La relación entre el desarrollo del lenguaje y el aprendizaje se encuentra ampliamente descrita (Bishop & Snowling, 2004 Vellutino, Fletcher, Snowling, y Scanlon, 2004), Hammill and McNutt, 1981; Scarborough, 1998) y se establece desde el inicio del neurodesarrollo infantil para continuar dentro del contexto de enseñanza formal hasta el último año de ella, y en el informal a lo largo de toda la vida.
Hoy, podemos encontrar diversas investigaciones que dejan en evidencia que el desarrollo del discurso se relaciona de forma positiva con el aprendizaje de la lecto escritura.
En un reciente estudio realizado en colegios chilenos de la comuna de Renca se delimitaron las habilidades lingüísticas y psicolingüísticas necesarias para alcanzar los objetivos propuestos en el currículum escolar para el NB2, y además se comparo el desempeño de los alumnos de NB2 de escuelas de nivel socioeconómico bajo asociado al resultado obtenido en la medición SIMCE agrupándolas en buen rendimiento (sobre promedio nacional) y mal rendimiento (bajo el promedio nacional). (Cabezas, M., 2009). Los resultados de esta investigación, evidenciaron que el rendimiento escolar se correlacionó de forma positiva con el rendimiento obtenido en las pruebas que midieron las habilidades lingüísticas y psicolingüísticas. Esto quiere decir, que los alumnos que obtuvieron las mayores puntuaciones en las pruebas que evaluaron lenguaje pertenecían a los colegios que puntearon sobre el promedio nacional en el SIMCE.
La mayoría de los estudios acerca el desarrollo narrativo en niños se ha efectuado en el habla inglesa. Es por esto, que es muy difícil extrapolar dichos conceptos con absoluta certeza a la realidad chilena. El conocimiento acerca del rol crítico que el lenguaje, la narración y la conversación tienen para efectos del aprendizaje, ha permitido realizar un amplio número de investigaciones acerca de la intervención en dicho ámbito (Pavez. M, et al ,2008).
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